Unos nuevos fósiles de Indonesia, entre ellos el húmero más pequeño jamás hallado de un hominino adulto, pertenecían a la diminuta especie “Homo floresiensis”, según los investigadores.
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Un nuevo estudio describe dientes y huesos del brazo de 700.000 años de antigüedad de uno de nuestros parientes más enigmáticos: un “hobbit” del tamaño de un niño pequeño que vivió en una pequeña isla entre los océanos Índico y Pacífico.
El estudio, publicado el martes en la revista Nature Communications, sugiere que la especie, Homo floresiensis, a veces apodada hobbits, podría ser aún más pequeña de lo que se pensaba. Pero los resultados siguen dividiendo a los científicos sobre cómo evolucionaron estos humanos tan excepcionales.
Los hobbits fueron descubiertos por primera vez hace 20 años en el interior de la cueva de Liang Bua, en la isla indonesia de Flores. Científicos australianos e indonesios descubrieron huesos y dientes, junto con herramientas de piedra que probablemente se utilizaban para destazar carne.
Basándose en esos huesos, los investigadores calcularon que el Homo floresiensis medía 106 centímetros de altura. Más notable que su baja estatura era su minúsculo cerebro, de un tercio del tamaño del de un humano moderno. Analizando el suelo de la cueva, los científicos determinaron que los huesos del Homo floresiensis tenían entre 100.000 y 60.000 años de antigüedad.
El sensacional descubrimiento dejó a los científicos luchando por hacer encajar al Homo floresiensis en el árbol genealógico de los humanos y sus parientes extintos, un grupo conocido como homininos. Los homininos más antiguos eran simios de baja estatura y cerebro pequeño. Pero hace dos millones de años habían sido sustituidos por otros más altos y con cerebros mucho más grandes.